¿Qué es el sistema inmune? ¿Cómo funciona contra los virus? ¿Qué problemas tendrás si está debilitado?
Empezamos una serie de artículos para entender como funciona nuestro complejo y completo Sistema Inmunitario
Vamos a «aprovechar» por desgracia la situación que estamos pasando para darle la importancia que se merece a nuestro SISTEMA INMUNE , algo que muchos desconocemos y sobre todo muchos de nosotros no cuidamos en absoluto.
Ya te adelanto que serán varios capítulos, porque es un tema que es algo complejo de describir, y prefiero hacerlo en varios artículos de menor extensión, para que puedas entender que sucede cuando un patógeno ataca a una de tus células, lo cual aunque parezca mentira sucede a diario.
Pero no todas las disputas son con bacterias, virus, hongos o parásitos que vienen del exterior, sino que también hay batallas que vienen de nuestro propio organismo, como las que se libran con las células cancerígenas.
Por todo esto podrás entender que tu sistema inmunitario es tu sistema de seguridad, y que cuando es superado bien externamente o internamente, es cuando aparecen los problemas de salud, por lo que comprenderás que es primordial cuidarlo desde ya.
Aunque a veces nosotros mismos con nuestros hábitos… nos encargamos de hacer muy difícil su trabajo, y claro, luego nos quejaremos que tenemos más y peores síntomas que otras personas «asintomáticas», y normalmente buscamos explicaciones a veces un poco aleatorias, simplemente diciendo que puede ser genética o suerte.
Pero si estudiamos la fisiología desde cerca, podemos ver que la genética influye, pero lo que realmente determina es la epigenética, es decir, los hábitos de vida que llevemos.
A muchos les preocupa su físico para rendir en una prueba deportiva, a otros su estética corporal para estar más «atractivos», pero muy pocos se preocupan por su sistema de defensa o de su salud, de la cual solamente se acuerdan cuando ya está enfermo, y en ese momento muchas veces ya es tarde…
Tienes que pensar que estamos constantemente expuestos a bacterias, hongos, virus, protozoos… y enfermar o no depende del sistema inmune de cada uno de nosotros, que representa nuestro sistema de seguridad y lucha contra ellos, y cuando es superado… enfermamos.
El sistema inmunológico está diseñado para proteger el cuerpo de la invasión de microorganismos por medio de un sofisticado sistema de seguridad, que ninguna fuerza militar armada se le asemeja.
Para empezar tus células inmunológicas identifican y destruyen las amenazas, tanto internas como externas, mientras reconocen las células sanas y las dejan intactas, bueno, eso si va todo bien, porque como veremos más adelante, este reconocimiento puede fallar.
Entendiendo esto, podemos comprender lo importante que es fortalecer tu sistema inmune, la mejor estrategia de tratar una enfermedad, es prevenirla, y solo la puedes prevenir, si tu sistema defensivo puede parar los pies a tiempo.
Es decir, nos obsesionamos con tratar las enfermedades, lo cual me parece muy bien, pero por otro lado olvidamos que a veces tratar las patologías es complicado y nos puede ocasionar efectos secundarios. Y hay que empezar a pensar que si dedicamos ese esfuerzo o preocupación antes de tiempo, estamos haciendo hincapié en la prevención, lo cual es clave en prácticamente todas las patologías.
Pero realmente ¿Cómo estos microorganismos llegan a dañarnos y a hacernos enfermar? ¿Y por qué a algunos les hace mucho daño, y llegan a tener efectos secundarios graves o incluso fallecer, y por otro lado hay gente asintomática?
¿Es que los patógenos son diferentes en cada cuerpo? No, lo que es diferente es la respuesta de cada organismo, esta respuesta es la que determinará lo que pasará en tu metabolismo.
Antes que un patógeno entre en tu cuerpo tenemos que saber que debe primero atravesar las barreras naturales que tenemos, y de primeras este microorganismo se encuentra con una gran barrera que es el órgano más grande que tenemos, ¿y sabes cuál es?
La piel… Si… ya sé que muchos pensabais que no era un órgano, pero lo es, por un lado me ayuda a que no entren microorganismos desde fuera, haciendo de barrera infranqueable, y que si usáramos un microscopio veríamos que hay muchísimos intentado entrar, de hecho se calcula que ha más bacterias en la palma de tu mano que seres humanos en el planeta tierra…
Y además por otro me ayuda a expulsar toxinas que tu cuerpo necesita desechar, por ejemplo al sudar, de ahí a que tradicionalmente hayan tenido las saunas una relación con esa «limpieza cutánea» que se le achacaba.
Y como la naturaleza es bastante más lista que tú y que yo, tu cuerpo quiere de primeras que sea un ambiente hostil para extraños, por eso hay un ambiente seco en la piel, un PH bajo, es decir ácido para microorganismo, o tenemos glándulas sebáceas que segregan ácidos grasos y ácido láctico, matando así extraños que querían entrar en tu cuerpo.
Tú todo esto no lo notas, pero todo ello son «incomodidades» para posibles invasores y que no sea muy agradable intentar «conquistarnos».
También es cierto que tenemos puertas más vulnerables de acceder, es decir orificios, como por ejemplo la boca, la nariz, oídos o vagina, pero en cada uno de ellos tenemos mucosas internas, un PH muy particular, y unas particularidades que les dificulte el acceso desde el exterior.
Y además nos ayudan secretando lágrimas en los ojos, moco en la nariz, ácido en el estómago o saliva en la boca… para ponerles nuevas barreras corrosivas a esos posibles invasores.
Por ejemplo a modo de curiosidad, tenemos un PH en el estómago de 1-2, lo cual es muy ácido, eso lo que consigue es que las bacterias que entren en tu boca y tu esófago, cuando lleguen al estómago se eliminen y no lleguen así al intestino y sean absorbidos por tu organismo.
De hecho las personas que tienen un PH mayor de 2, al ser menos ácido tienen peores sensaciones al no poder digerir bien ciertos alimentos, pero también corren el riesgo que tienen más opciones que sobrevivan más bacterias el paso por el estómago, y que éstas acaben por llegar al intestino delgado con la posibilidad de crear desde sobrecrecimiento bacteriano, hasta intestino permeable, colon irritable o distintas patología de origen digestivo-intestinal.
Pero nuestras barreras no se quedan ahí, sino que tenemos otro tipo de barreras internas como puede ser la tos o la temperatura corporal.
¿Qué función cumplen? Pues que tengas fiebre cuando tu cuerpo detecta agentes infecciosos se debe que al elevar la temperatura, se limita el crecimiento de microbios o virus y se debilitan , haciendo más eficaz la respuesta inmunitaria, ya que muchos de estos patógenos, son sensibles a esta hipertermia y disminuye así su efectividad.
Y como puedes imaginar, con la tos, lo que tu cuerpo está intentando es que expulsemos a ese invasor que quizás lo detecta en pulmones y que el método de eliminación sea por las propias vías aéreas.
Ahora entenderás que no es buena idea bajar siempre la fiebre con antipiréticos a toda costa, ni parar la tos con antitusígenos a toda costa, precisamente te están ayudando a matar a esos bichitos… Debes pensar de primeras que son estrategias de la naturaleza para salvarte la vida precisamente, no para dañarte.
Pero obviamente, si la fiebre o la tos te crea mucho malestar, o tienes mucha fiebre, puede llegar a ser peligroso, y te verás beneficiado de bajarla con la medicación que te prescriba tu médico.
Como intento explicar siempre, en el término medio está la virtud, algo de fiebre puede ayudarte a ganarle a esos bichitos, pero un exceso puede ser muy perjudicial si no las bajas, evita los extremos y pregúntale siempre a un profesional.
Vale… y si ese bichito, ha superado la barrera de mi piel, de mis orificios, de mis mucosas, el PH de mi saliva, mí ácido clorhídrico estomacal, y por desgracia llega a mi interior, pero ni mi temperatura ni mi tos, los matan o expulsan… ¿Ahora qué pasa? ¿Tengo más barreras?
Pues de primeras debes saber que ahí entrará tu Sistema Inmune Innato y estarán las Células Fagocíticas , o FAGOCITOS, que se llaman así porque fagocitan o engullen, a los microorganismos que querían hacerte daño, y una vez se los comen, los destruyen en su interior.
Como por ejemplo los Neutrófilos , que además de fagocitar, son claves para la inflamación.
Y de primeras debemos entender que esta inflamación es muy beneficiosa porque tiene como objetivo aumentar la cantidad de sangre que llega a la zona de la infección, para que las células inmunitarias lleguen lo más rápido posible y maten el patógeno.
Así que de momento, parece que va todo genial, hay un problema y tu cuerpo lo soluciona con una inflamación.
Pero una vez más, los extremos son peligrosos, y si tu cuerpo no funciona bien y genera un exceso de estado de inflamación, tendrás problemas metabólicos muy graves, o incluso letales como ya veremos en los próximos capítulos.
Y es clave que sepas que esto es clave, si tienes un estado de inflamación, cuando entren patógenos, los síntomas que vas a tener en tu cuerpo serán mucho más elevados y peligrosos, que si no estás tan inflamado.
Si quieres ir haciéndote una idea de los peligros de un exceso de inflamación, te recomiendo que visualices la serie que tengo sobre el colesterol con el cardiólogo Esteban Larronde, sobre el problema que supone un tu sistema cardiovascular no controlar estos procesos.
Volviendo a los Fagocitos, que se me va la cabeza, hay un tipo que son los Macrófagos … vemos que después de engullir al microorganismo, descomponen las proteínas que tenían ese virus en su interior.
¿Y que hace ese macrófago con las proteínas de ese bichito que acaba de engullir? Las coge y se las coloca en su propia superficie para que se vean bien, estos son los antígenos .
Y de ahí el nombre, celulas fagociticas presentadoras de antígeno… te lo desgloso
Células fagocíticas: es decir los fagocitos, que se comen al bichito
Presentadoras de antígeno: que han cogido proteínas del bichito, y se las ponen por fuera ellas mismas, para que tu cuerpo vea, que proteínas llevaban dentro del bichito que quería hacerte daño
¿Y a quien le enseñan esos antígenos?
A los linfocitos, concretamente los linfocitos T, una vez reciban estos antígenos por los macrófagos, continuaran con la respuesta inmunitaria específica.
Hay varios linfocitos T, que veremos en los siguientes artículos, pero quédate con la idea de que algunos de ellos se encargan de destruir células sospechosas, y otros de regular la respuesta inmunitaria.
Estos Linfocitos T, cuando detectan que hay infección, podrán a su vez activar los linfocitos B, que se diferencian en 2 tipos distintos, unos que actúan en el momento y otros a largo plazo.
Los linfocitos B que actúan del momento son las células plasmáticas que crean las inmunoglobulinas o más conocidas como ANTICUERPOS , y lo que hacen es que se unen a todos los bichitos que tienen esa proteína que tenían los fagocitos visibles.
¿Para qué? Pues para que otras células del sistema inmune localicen más fácilmente a los bichitos, y así puedan eliminarlo.
Es decir, los anticuerpos que generan los linfocitos B de corto plazo serían como una especie de chivatos, que señalan donde se encuentran los malos, para que tu sistema inmune los localice y los elimine
Y los linfocitos B de largo plazo, son los que forman las células de memoria , que crea información de ese microorganismo y acordarse de él, así si algún día entra para volvernos a atacar, tendremos un montón de anticuerpos preparados para actuar contra él…
Esto se conoce como memoria inmunitaria y es como actúan las vacunas tradicionalmente.
Como ves, el Sistema Inmune es un ejército de muchos soldados, cada una con sus armas y su papel con su respuesta inmunitaria, y cada uno actúa en una circunstancia y entre ellos se deben compenetrar bien.
En esta serie nueva de artículos, la intención es que entiendas lo importante que es que con tus hábitos puedas fortalecer tu sistema inmune.
Y aquí tenemos 2 opciones, quedarte sentado a que creen vacunas milagrosamente en tiempo récord para cada pandemia, y esperar que sean eficaces, que tengan pocos efectos secundarios y que te vacunes a tiempo…
o esperar todo eso, pero además fortalecer tu sistema inmune desde… YA.
Las vacunas tradicionales han demostrado ser muy efectivas y seguras, pero tenemos que ser conscientes que cabe la probabilidad de que vengan nuevos virus, irán variando cepas y probablemente mutarán eternamente, y entenderás que aquellos que tengan un sistema inmune más efectivo, sufrirán menos consecuencias.
Y para ello te quiero hablar de alguien que sabe bastante más que yo de esto:
En concreto de un par de Premios Nobel, el estadounidense JAMES ALLISON y el japonés TASUKU HONJO, ambos ganaron el Nobel de Medicina 2018 por «su descubrimiento de la terapia contra el cáncer por la inhibición de la regulación inmune negativa» los hallazgos de ambos científicos han sido esenciales, al detectar que había unas proteínas que impedían que los linfocitos T eliminaran células cancerígenas.
Y así sucedió, inhibieron lo que hacía que el sistema inmune no hiciera su trabajo, es decir, estos científicos no atacaron el cáncer, sino que le quitaron los frenos al sistema inmune para que pudiera hacer su trabajo….
Y BINGO…. el sistema inmune neutralizó a los tumores, y resultó ser un tratamiento de alta efectividad contra el cáncer.
Para entender la importancia, leamos las palabras del propio James Allison: “Yo no me propuse estudiar el cáncer, sino entender mejor la biología del sistema inmune y de los linfocitos T , esas células asombrosas que viajan por nuestro cuerpo y nos protegen de las enfermedades , no solo del cáncer ”.
Así que es llamativo, como el tratamiento que más expectativas tiene para tratar el cáncer, podría ser precisamente en dejar trabajar de manera eficaz a nuestro sistema inmune, haciendo que fuera más listo, rápido y fuerte, para que vea donde está el problema y así destruirlo….
En la segunda entrega veremos los ÓRGANOS DE NUESTRO SISTEMA INMUNE, y todos los soldados que lo conforman así como las funciones de cada uno de ellos de manera más específica…
SI QUIERES VERLO EN FORMATO VÍDEO, AQUÍ LO PUEDES HACER
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA Y CONSULTADA, TE DEJO EL LINK PINCHANDO EN CADA UNO DE ELLOS:
1 Marcos Vázquez , Fitness Revolucionario
2 Alfonso Fernández, Cáncer Integral
3 Evolución y factores de riesgo de mortalidad por COVID-19
5 El papel de la inflamación en la sarcopenia relacionada con la edad
6 Inflamación crónica en la etiología de la enfermedad a lo largo de la vida
10 La inflamación como «suelo común» de las enfermedades multifactoriales
11 Efectos antiinflamatorios del ejercicio: papel en la diabetes y las enfermedades cardiovasculares
La inflamación, no el colesterol, es una causa de enfermedad crónica
16 Cruce entre el daño del ADN y la inflamación en los múltiples pasos de la carcinogénesis
19 Mecanismos que relacionan la inflamación con la resistencia a la insulina
¡Genial el artículo, hace que quiera saber más!
Con la alimentación ayudamos y nutrimos al cuerpo de forma adecuada, y no podemos olvidar el descanso y la actividad, tres herramientas importantes para lograrlo.
¿Algún consejo para fortalecer el sistema inmune?
Gracias!
Hola Carmen, muchas gracias por tu comentario !! Sí que hay, en mi canal de YouTube tengo varios vídeos sobre esta temática, te dejo el enlace: https://www.youtube.com/playlist?list=PL9Ipv-hDntXBw_Ud9erkXQh4ZWy9KqUcW , no obstante seguiré subiendo artículos y bibliografía por aquí, un saludo.
Tremendo crack!!! Con ganas de más!!!!!
Muchas gracias Juanan !!!