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En este artículo voy a intentar explicarte los 5 tipos de grasa que tenemos en el cuerpo, incidiendo específicamente en uno de ellos, porque es imprescindible conocerlo para afrontar cualquier proceso de pérdida de grasa.

1º) GRASA ESENCIAL

Si sueles leer lo que publico, podrás comprobar que no toda la grasa es mala, de hecho sin un mínimo nos moriríamos.

A día de hoy se le considera incluso un ÓRGANO ENDOCRINO, la grasa segrega hormonas como:

  • La leptina imprescindible para la saciedad.
  • La adiponectina imprescindible para sensibilizar la insulina.
  • Y por ejemplo es precursora de hormonas esteroideas, como por ejemplo la testosterona la progesterona o el cortisol entre muchas otras ahora.

Ahora probablemente entiendas que tener un porcentaje graso por debajo de lo saludable, solo te traerá pérdida de músculo, de huesos, problemas de fertilidad, o del sistema inmune.

2) GRASA MUSCULAR

Es la grasa que tenemos dentro del músculo, es un tema que todo deportista de fondo podría tener hasta incluso alguna ventaja para incrementar el aporte o consumo de triglicéridos por el músculo, lo cual se traduciría en mejor rendimiento deportivo, pero para el tema de hoy no nos preocupa mucho el exceso de grasa muscular.

De momento no parece que sea nuestro principal problema, y algo no es un poco parece que mejora bastante

3) GRASA SUBCUTÁNEA

SUB significa por debajo y CUTÁNEA de la piel

Es la que más tenemos predisposición genética a almacenar, parece ser que los genes codifican bastante donde almacenar más o menos esta grasa

Y parece también que hay diferencias por sexo:

  • A modo visual podemos ejemplificar cómo los hombres engordamos más en forma de manzana mal barriga cervecera
  • Las mujeres por su parte lo hacen en forma de pera, con más celulitis, la cual puede ser más antiestéticas para algunas mujeres, pero es menos peligrosa que la que se acumula alrededor del hígado.

La naturaleza parece ser injusta con la estética de la mujer, pero lo que hace es alejar la grasa de órganos vitales, por lo que la celulitis de la mujer es mucho más saludable que la «barriga cervecera» de los hombres.

La razón probablemente es una vez más por la supervivencia de la especie y la selección natural, porque en la preservación de la especie es más importante que haya mayor número de mujeres en la naturaleza, por lo que su distribucición de grasa es diferente por la acción de sus estrógenos principalmente.

De hecho podemos ver como en general, las mujeres al llegar la menopausia, tienen un desajuste hormonal y en muchos casos la distribución de grasa se vuelve más «androgénica», es decir, tienen un patrón de grasa más parecido al de un hombre, aumentando el contorno de cintura y de la zona umbilical y de espalda baja, lo cual en edad fértil no les pasaba.

4) GRASA VISCERAL

Esta es la grasa más peligrosa, ya que se almacena rodeando los órganos, y obviamente al final estropea el funcionamiento normal de estas vísceras creando problemas muy graves.

Parece ser que la culpa la tienen en gran parte:

  • La mezcla del consumo de grasas de mala calidad, como los aceites vegetales sometidos a altas temperaturas de la industria alimentaria, como el aceite de palma, de girasol, de maíz, de colza, de algodón, de soja, etcétera
  • Más el consumo de azúcares refinados, como maltodextrinas, fructuosas, azúcares procesados, jarabe de maíz jarabe de glucosa, etc.

Y esta combinación, es la grasa sin duda más peligrosa y la que más se eleva por malos hábitos de nutrición y sedentarismo

Es importante recordar que lo que enferma por malos hábitos no me lo puede curar la medicina ni las pastillas me podrán tratar o mejorar los síntomas pero en ningún momento es la solución

Recuerda la mejor manera de tratar los efectos secundarios de los malos hábitos es prevenir estos efectos secundarios adoptando buenos hábitos

5) GRASA MARRÓN O GRASA PARDA

Este tipo de grasa, es bastante desconocida, a la par que infravalorada desde mi humilde punto de vista, y para describirla necesitamos entender otra vez de dónde venimos.

Resulta que pasamos buena parte de nuestra vida en el último período glacial, que no glaciar, pues bien este último período glacial o Glaciación Würm comenzó hace 110.000 años aproximadamente, y finalizó hacia el 10.000 antes de cristo.

Acto seguido vino el Holoceno, o período post glacial, en el que nos encontramos en la actualidad al situarnos en el período cuaternario en la división de la escala temporal geológica… casi nada…

Es decir, durante cientos de miles de años, vivimos en un entorno bastante hostil, y los supervivientes se tuvieron que adaptar al frío, aquellos que no se adaptaron fallecieron es simple selección natural.

Entenderá que es más probable que los genes que tú y yo tenemos hoy en día, tienen una capacidad de respuesta adaptativa a las temperaturas bajas nuestra genética está diseñada para luchar contra el frío, ya que hemos pasado cientos de miles de años expuestos a fríos muy intensos, y con las comodidades de hoy en día, apenas llevamos 50-100 años, y por ello los genes aún no se han adaptado.

Hoy en día no pasamos frío, aunque estemos en invierno salimos de casa muy abrigados, con guantes, gorros, calcetines ultra gordos, en el coche pongo la calefacción a tope, e incluso los hay con asientos y volantes calefactados para tener un confort térmico total.

Luego en la oficina, en clase, en tiendas y comercios vemos como hay de nuevo estufas, radiadores, calefacciones, por no decir las temperaturas de las casas, las cuales no hay apenas diferencia de invierno a verano gracias a estos elementos de calefacción y aire acondicionado.

Por no decir la ducha, que me doy la busco entre caliente hirviendo, hemos llegado a un confort tan grande térmico, que en España, en agosto, que las temperaturas pueden acercarse a 40º C, hay gente que aún así necesita que la ducha esté caliente… nos hemos vueltos unos vagos a nivel térmico, y eso tiene consecuencias, como todo en esta vida.

¿QUÉ TIENE DE PARALELISMO LA FALTA DE MOVIMIENTO CON LA FALTA DE EXPOSICÓN TÉRMICA VARIADA?

Pues de la misma manera que podemos entender que tenemos más de 200 huesos y 600 músculos y que estamos oxidando nuestro aparato locomotor al ser sedentarios y no movernos…

Estamos oxidando nuestro productor de calorías ancestral, porque vivimos mucho más cómodos, huimos del frío y estamos en un confort infinito, una vez más la búsqueda de placer nos hace perder ciertos beneficios fisiológicos.

Y la pérdida de estos beneficios, es que estamos apagando está grasa marrón.

¿PERO EXACTAMENTE QUE HACE ESTA GRASA MARRÓN?

Pues que tiene la capacidad de usar la grasa subcutánea, y la grasa visceral, a la que tanto queríamos eliminar, así como a glucosa, para producir energía en forma de calor, y así poder combatir el frío.

Es decir, quema-oxida-utiliza tu grasa acumulada, para crear energía, en forma de calor… ¿No parece mágico?

Pero entenderás algo tan básico como que, para que el cuerpo genere calor, tiene que estar en un ambiente frío… ¿Sencillo verdad?

Como anécdota de evolución fisiológica, por ejemplo, vemos que cuando tenemos frío lo que hacemos tiritar, y esto es para producir energía en forma de calor, y así combatir el frío.

Pues bien resulta que los recién nacidos, por ejemplo, cuando tienen frío no pueden tiritar, pero suplen este problema al tener cantidad importante de grasa marrón, cuando tienen frío activan esta grasa y sube su temperatura.

La buena noticia es que la cantidad de esta grasa marrón parece que es «entrenable», con algo de actividad física y sobre todo con exposición al frío, eso sí, con sentido común.

LA ADIPONECTINA Y EL FRÍO

Al exponernos al frío elevamos la Adiponectina, una proteína-hormona que incita al cuerpo a que use la grasa como combustible, para poder subir el metabolismo.

Y resulta que este tejido pardo o marrón es muy denso en mitocondrias, mi orgánulo favorito, ya que estas mitocondrias son los hornos más eficaces donde un cuerpo puede producir energía en forma de ATP o de calor.

¿Es casualidad que las personas con obesidad o sobrepeso, tienen la adiponectina baja y menor presencia de grasa marrón, y además disfunción mitocondrial?

Pues todo indica que no…

¡¡¡Ojo!!! Como agente estresor que es, tenemos que verlo igual que sucede con el deporte de resistencia, con el entrenamiento de fuerza, con los periodos de ayuno, de nutrición, etcétera.

Tan malos son el defecto como el exceso, una vez más la dosis hace el veneno.

REFLEXIONES FINALES

Es decir, el beneficio no vendría de exponerse al frío de manera crónica, sino de exposiciones concretas como alguna ducha fría, algún entrenamiento a primera hora de la mañana sin mucho abrigo, nadar en el mar en primavera o en otoño, o bajar de vez en cuando la calefacción de tu casa.

Por favor en ningún caso digo que si te duchas con agua fría 30 segundos, o que si mastica el hielo, luego puedes cenarte dos pizzas, porque vas a adelgazar gracias a la adiponectina.

Espero que hayas aprendido que no toda la grasa que tenemos es peligrosa, que la que nos debe preocupar es la grasa visceral, y sobre todo lo importante de aumentar esta grasa marrón con vida activa, entrenamientos, y en especial exposiciones el frío de manera puntual y controlada.

Si te prefieres el formato vídeo, lo puedes ver en mi canal de YouTube.

Bibliografía consultada y recomendada:

Fisiología del ejercicio: Nutrición, rendimiento y salud (McArdle, Katch y Katch)

Tratado de Fisiología Médica (Guyton y Hall)

Fisiología Humana (Silverthorn)

Anatomía para estudiantes (Drake)

Fisiología (Costanzo)

Atlas de Anatomía Humana (Netter)

Principios de Anatomía y Fisiología (Tortora y Derrickson)

Anatomía y Fisiología Humana (Marieb)

Saludable Mente (Vázquez)